LA CONSTITUCIÓN GARANTIZA EL DERECHO A IR Y VENIR; SIN EMBARGO, EN LA PRÁCTICA, LA SOCIEDAD AÚN NO HA SIDO PLANIFICADA PARA SER INCLUSIVA

Resumen

Este artículo tiene como objetivo resaltar la fragilidad en el ejercicio de la ciudadanía por parte del indivíduo. La existencia de un derecho en la Constitución no significa que sea automáticamente accesible para todos. Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad alfabetizada, la educación tiene el gran desafío de formar y preparar a los niños y jóvenes que sean más conscientes de defender sus derechos. Los espacios públicos a menudo no están diseñados para personas con discapacidades. Para que el derecho a ir y venir esté garantizado para todos, es fundamental que la sociedad y las políticas públicas avancen hacia la plena inclusión. Promover la educación y la sensibilización para erradicar los prejuicios y garantizar que todas las personas sean tratadas con dignidad y respeto representa uno de los principales retos en el ámbito de la educación, ya que elimina las barreras y la discriminación que dificultan o impiden el acceso al conocimiento y al aprendizaje en la escuela. Buscamos comprender qué políticas públicas abordan la inclusión social y escolar, teniendo en cuenta paradigmas conceptuales y principios defendidos progresivamente en documentos nacionales e internacionales. Buscamos plantear discusiones teóricas sobre la función de la escuela y el papel del docente frente a la inclusión. El estudio también pretende comprender cómo es efectiva la inclusión, qué cambios son necesarios para la aceptación de las diferencias y cuáles son las posibilidades de aprendizaje en este nuevo momento de la educación. Entendemos que el proceso de inclusión de los niños en las escuelas regulares es complejo e implica asegurar el éxito en el aprendizaje en un ambiente armónico y respetuoso, colaborando para la construcción de ciudadanía con justicia y dignidad.