SÍNDROMES GERIÁTRICOS Y BIENESTAR DEL ANCIANO: PAPEL DE LA ENFERMERA

Resumen

El envejecimiento de la población mundial afecta a los sistemas de salud, las políticas públicas y las estructuras familiares, aumentando la proporción de personas mayores y exigiendo centrarse en su salud y bienestar. Los síndromes geriátricos como la fragilidad y la demencia reducen la calidad de vida de las personas mayores. Las enfermeras son esenciales en la detección temprana, las intervenciones y la educación, a pesar de desafíos como la falta de protocolos y recursos. En este estudio se eligió un enfoque de revisión de la literatura con el objetivo de investigar el papel de las enfermeras en la asistencia a los pacientes ancianos, considerando la creciente relevancia de este tema en la práctica de enfermería. Los síndromes geriátricos, como caídas, fragilidad, incontinencia urinaria, demencia y depresión, impactan gravemente la funcionalidad y autonomía de las personas mayores, aumentando su dependencia y comprometiendo su calidad de vida. Las enfermeras desempeñan un papel crucial en la identificación temprana, la prevención y el tratamiento de estas afecciones mediante la utilización de evaluaciones integrales y la promoción de intervenciones personalizadas. La adaptación ambiental, la capacitación continua y las estrategias multidisciplinarias son fundamentales para mitigar riesgos, preservar la independencia y brindar una atención humanizada, integrando el bienestar físico, cognitivo y emocional. Teniendo en cuenta lo anterior, queda claro que el cuidado de las personas mayores requiere un enfoque multidisciplinario y un conocimiento profundo de los síndromes geriátricos.