EDUCACIÓN CONTINUA: IMPACTOS EN LA CALIFICACIÓN DE LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE

Resumen

Este artículo analiza la formación continua docente como un proceso situado, colaborativo y a largo plazo, enfatizando su papel en la mejora de la enseñanza y el aprendizaje. Contrasta modelos prescriptivos y episódicos con perspectivas que reconocen a los docentes como sujetos de conocimiento, productores de conocimiento y protagonistas de su propia trayectoria educativa. Basándose en referencias como Nóvoa, Tardif, Shulman, Darling-Hammond, Fullan, Pimenta y otros, el artículo argumenta que los programas coherentes con la vida escolar mejoran la calidad pedagógica, reducen la variabilidad entre clases, fomentan prácticas reflexivas y promueven la equidad. De igual manera, problematiza desafíos recorrentes, como la desconexión entre la teoría y la práctica, las condiciones laborales precarias y la limitación de tiempo, destacando la necesidad de políticas y culturas institucionales que apoyen ciclos de planificación, observación, reflexión y retroalimentación formativa. Es evidente la importancia de implementar una visión crítica y política de la formación, anclada en la escuela como espacio vital para la producción de conocimiento y en la valoración de la experiencia docente.