LA EDUCACIÓN EN EL SISTEMA PENITENCIARIO BRASILEÑO

Resumen

La población carcelaria en Brasil viene creciendo exponencialmente y la falta de plazas para estos reclusos viene incrementando el problema y generando un deseo en el gobierno y en los estados de construir nuevas penitenciarías para atender estas necesidades. Sin embargo, la construcción de nuevas unidades no debe ser el componente principal. Hay otros factores que se pueden atender para que el hacinamiento en el sistema penitenciario comience a dejar de ser una realidad, aunque sea pequeña, utilizando como componente de asistencia el derecho social fundamental mediante la educación de los privados de libertad, que inicialmente puede no ser una solución, pero sí una estrategia que contribuirá a la inserción de estos internos a la sociedad, incluyendo la idea de que podrán tener una vida productiva y autosustentable después de cumplir sus condenas, disminuyendo así el tiempo que estos internos pasan ociosos sin ocupación dentro de sus celdas, que en su mayoría, están creando estrategias para volver a delinquir.

Los estudios muestran que entre la población carcelaria, menos del 13% tiene acceso a la educación, entre ellos el 8% ni siquiera es alfabetizado, el 70% no completó la escuela primaria y menos del 1% alcanzó la educación superior. Esta realidad no justifica que la población carcelaria tenga un crecimiento desmedido, pero sí demuestra que existe desigualdad social y las personas que no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela tienen mayor probabilidad de ingresar a la delincuencia porque no tienen la oportunidad de competir con alguien que sí sí lo hizo. Otros informes muestran que los presos son generalmente jóvenes entre 18 y 25 años, que deberían estar formando su carácter asistiendo a escuelas para construir su futuro, pero ya están graduados y dentro del delito.

Considerando que la educación es un derecho fundamental de todos y está garantizado por la Constitución Federal para que las personas tengan perspectivas de cambio y adquieran calificaciones, es una herramienta esencial. Tal derecho, cuando se dirige a la población que vive en prisión, aparentemente no tiene el mismo peso y reconocimiento, aun sabiendo que los presos volverán a la vida social al cumplir sus condenas. Esta situación refuerza la necesidad de examinar las políticas carcelarias. Es por eso que se está realizando este trabajo con el objetivo de verificar cómo se practican estos beneficios o si son inexistentes en las instituciones penales de Brasil. El método de estudio será la investigación bibliográfica y el desarrollo será mediante consultas a revistas, archivos e investigaciones que aporten información sobre el tema y amplíen el conocimiento del contexto estudiado.