AUMENTO DE LA INCIDENCIA DE ATAQUE CARDÍACO EN JÓVENES: FACTORES DE RIESGO, PREVENCIÓN Y MANEJO

Resumen

El presente estudio es una revisión sistemática de la literatura que investiga la creciente y alarmante incidencia de Infarto Agudo de Miocardio en poblaciones jóvenes, definidas como individuos de 50 años o menos. El objetivo principal fue analizar críticamente la compleja interacción de factores de riesgo tradicionales y emergentes, así como las etiologías específicas y los enfoques adecuados de prevención y manejo clínico para este grupo etario. La metodología siguió rigurosamente las directrices PRISMA, utilizando bases de datos primarias como PubMed y Scopus, con enfoque en artículos científicos publicados entre 2020 y 2025 y los términos clave “Infarto de miocardio”, “Adultos jóvenes”, “Factores de riesgo”, “Prevención” y “Manejo”. Los hallazgos demuestran que la patogénesis del IAM prematuro es notablemente heterogénea y acelerada, impulsada por la alta y creciente prevalencia de factores tradicionales descontrolados, como obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y dislipidemia aterogénica. El proceso aterosclerótico se ve agravado por el papel creciente de factores emergentes, incluidos el abuso de sustancias y la elevada carga de estrés psicosocial crónico y trastornos de salud mental. Además, la revisión enfatiza la mayor incidencia de etiologías no ateroscleróticas, como la Disección Espontánea de la Arteria Coronaria y el IAM con Arterias Coronarias No Obstructivas, que requieren investigación diagnóstica especializada para evitar errores en el manejo. Se concluye que el manejo eficaz requiere la implementación de un tamizaje de riesgo agresivo y precoz en la atención primaria, una investigación etiológica detallada en la fase aguda y programas de prevención secundaria y rehabilitación cardíaca adaptados a la realidad psicosocial del joven, con el fin de promover la adherencia a largo plazo y reducir la mortalidad y morbilidad precoz. La optimización de los protocolos de manejo y la sensibilización sobre la alta sospecha clínica en los servicios de urgencias son esenciales para revertir esta tendencia preocupante.