CONJUNTIVITIS: UNA VISIÓN GENERAL DE LAS CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO

Resumen

La conjuntivitis es una de las condiciones oculares más comunes, caracterizada por la inflamación de la conjuntiva, una membrana que recubre la parte interna del párpado y la superficie frontal del ojo. Aunque, en muchos casos, es una condición benigna y autolimitada, la conjuntivitis puede, en algunos escenarios, evolucionar hacia complicaciones más graves, especialmente cuando está asociada a infecciones bacterianas o virales. Además, su impacto en la calidad de vida del paciente, como dolor ocular, lagrimeo excesivo y molestias, puede ser significativo, especialmente en ambientes con brotes epidémicos. Existen diferentes tipos de conjuntivitis, que pueden clasificarse principalmente como alérgica, viral, bacteriana o irritativa. Cada tipo presenta características clínicas distintas y requiere un enfoque terapéutico específico. La conjuntivitis viral, por ejemplo, está frecuentemente relacionada con infecciones por adenovirus, mientras que la conjuntivitis bacteriana generalmente es causada por patógenos como Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. Por otro lado, la conjuntivitis alérgica suele ser desencadenada por factores ambientales como polen y ácaros, y puede estar asociada a otras condiciones alérgicas, como la rinitis alérgica. La identificación correcta de la causa subyacente de la conjuntivitis es crucial para determinar el tratamiento adecuado. El diagnóstico puede ser facilitado por una evaluación clínica detallada y, en algunos casos, se realizan pruebas de laboratorio, como cultivos de secreciones oculares o detección de antígenos virales. El tratamiento puede variar desde medidas simples de higiene ocular y el uso de colirios antiinflamatorios para las formas virales o alérgicas, hasta antibióticos en casos de conjuntivitis bacteriana.