EDUCACIÓN POSITIVA Y EL DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL DE LOS ESTUDIANTES: PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA EMPATÍA, LA RESILIENCIA Y LA AUTOESTIMA

Resumen

Este artículo, de carácter bibliográfico y enfoque cualitativo, tiene como objetivo reflexionar sobre la contribución de la educación positiva al desarrollo socioemocional de los estudiantes, analizando cómo las prácticas basadas en la psicología positiva favorecen dimensiones como la empatía, la resiliencia y la autoestima. La investigación se llevó a cabo a partir de la revisión de producciones científicas recientes, priorizando publicaciones de los últimos cinco años, sin dejar de considerar a autores clásicos como Paulo Freire, Lev Vygotsky y Martin Seligman, que aportan fundamentos sólidos para la comprensión del tema. Los resultados muestran que la empatía, cuando se estimula intencionalmente en actividades pedagógicas, contribuye a la construcción de vínculos sociales más respetuosos y colaborativos, reduciendo los conflictos y ampliando el sentimiento de pertenencia en el entorno escolar. De la misma manera, la resiliencia se muestra esencial para que los estudiantes enfrenten de manera equilibrada las adversidades académicas y sociales, transformando frustraciones en oportunidades de aprendizaje y fortalecimiento personal. La autoestima, a su vez, aparece como un elemento central para la autoconfianza y la motivación, siendo fortalecida por el reconocimiento genuino de los logros y talentos de los alumnos. Se concluye que la educación positiva, al integrar prácticas que valoran las emociones y virtudes humanas, amplía la función social de la escuela, convirtiéndola en un espacio de humanización, inclusión y equidad. Así, se reafirma la relevancia de incorporar la educación positiva como una estrategia pedagógica continua, capaz de promover no solo el aprendizaje académico, sino también el florecimiento integral de los estudiantes.